No es por ser borde, ni desprestigiar a nadie, porque no es mi manera de ser. Pero llevo meses tratando de contactar con Irene, y lo único que ha hecho ha sido responderme brevemente que de momento no podía darme ningún tipo de asesoramiento (su último correo fue en marzo), y a día de hoy sigo esperando contestación.
Como sé que todos tenemos muchísimas tareas, y muchas cosas en la cabeza. Decidí volver a escribirle por abril-mayo, y sigo esperando su ayuda... me parece increíble la preocupación que ponen algunas personas en su trabajo, sobre todo cuando están cobrando un sueldo por ello.
Saludos, y ojalá tengas más suerte que otros.