Recuerdo que de pequeño jugaba en el cuarto de baño a mezclar potingues de mis padres como los alquimistas,chamanes,magos ...hacían en las peliculas,en los tebeos,en los dibujos animados; mezclas que sólo mi "enorme sabiduría" podía convertir en magníficos remedios para conseguir una poción mágica en ocasiones, un jugo de gomibaya que me permitiese saltar de arbol en arbol otras tantas veces, o incluso el secreto de la invisibilidad. . . . Asímismo recuerdo quedarme fascinado por la tarea del boticario del barrio y su maña para cortar las cajitas de los medicamentos. . . . Sigo manteniendo la misma ilusión por la profesión que el primer día que me puse la bata en las prácticas tuteladas ; sigo luchando para que mi labor contribuya a hacer más grande la profesión, a que se nos respete lo mismo que antaño pero con más razón pues creo que el farmaceútico debe ser un profesional preparado y actualizado, y como tal me comporto, renovando mis conocimientos y considerando que nunca se llega a un punto final en el aprendizaje, pues cada vez surgen nuevos retos que debemos afrontar personalmente y como colectivo, exigiéndonos cada día más si cabe, como grandes estudiosos que hemos sido durante la carrera, para que nadie más en la escala sanitaria se atreva a ningunear nuestros derechos y obligaciones en un futuro cada vez más disp***do. Saludos para todos